miércoles, 19 de noviembre de 2014

Comprobando desde mi móvil.

A ver.

Tendré que estudiar más despacio

No instalo yo en mi móvil otro navegador distinto del que tiene ni de broma.

He descubierto que la funda de la tablet sobra.

Más que sobrar, estorba. Sobre todo, para hacer fotografías. Tapa el objetivo. Bueno; el objeto de esta entrada es comprobar que puedo seguir con la publicación en mis blogs desde fuera de casa. Supongo que incluso desde el teléfono. No lo había previsto antes de salir.

viernes, 24 de octubre de 2014

Lujurdia, luxury, dinero.

   «Empresas participadas por Caja Madrid pagaron a Blesa centenares de miles de euros que por ley debían revertirse a la caja» oigo esta mañana en la cadena SER.
   Yo creo que tengo que hacérmelo mirar. No puede ser que esté pendiente de toda esta información que me hace pensar barbaridades. Y luego, cuando las oigo decir a los tertulianos, que se supone que no tienen que dar su opinión en caliente, pues el personal no necesita que le den ideas, más aún me caliento. 
   E incluso parece que estoy pendiente de todos los medios de comunicación para ver qué dicen acerca de toda la ignominiosa cantidad de temas de juzgado de guardia que invaden nuestra mente en una cascada de progresión geométrica. 
   No me extraña oír expresiones como "usar la gillotina", como me pasó anoche, sin ir más lejos. La gente está indignada. 
   Antes, yo pensaba que los partidos de izquierda, como procedían de clases más humildes, cuando sus dirigentes llegaban al poder se pringaban más. Craso error. 
   Al parecer, no hay como haber sido adinerado y poderoso desde siempre, para tener una facilidad connatural cuasi innata para pringarse. 
   Parece que el ansia de disfrutar del dinero es algo que no tiene fin. Como diría Lina Morgan, esto es "lujurdia", que es como lujuria, pero más fuerte, porque lleva la de (d) de dinero.
   Al final, van a pillar a Blesa porque el expresidente de Caja Madrid negó bajo juramento una relación sexual con una empleada... ¡Qué cosas tiene el lujo!

sábado, 11 de octubre de 2014

Bella Principessa Leonardo Da Vinci. Quiero hacer una prueba


Este retrato está basado en la "Bella Principessa", atribuido a Leonardo Da Vinci, y en el perfil de una foto en blanco y negro de una niña de catorce años.

La prueba es ver cómo funciona esta aplicación de Blogger, porque he cometido dos fallos en entradas anteriores y necesito publicar otra y no tengo materia de digresión ni divagación que comentar.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Estoy cansado pero contento

Parece que las contraseñas se pierden si no se utilizan en tres meses. Es muy raro que use ese tiempo para todos mis blogs. Todos no llevan el mismo tiempo sin utilizarse, pero, en fin, cosas de la informática.

El caso es que he de proponerme escribir en Internet porque es lo que se lleva. Al fin y al cabo, escribir en el ordenador es algo que al cabo de los años no recuerdas ni sabes de qué va. Quizá se mejor charlar o whatsappear. Las palabras se las lleva el viento, pero lo que está en la puñetera nube también lo puedes perder. En fin...


Una sandía con la marca hecha por ingeniería genética. Jajaja...

11 de septiembre 2014, llevo 12h 08 mn sin fumar

Es una fecha importante, el 11S en las torres gemelas, el 11$ y el asesinato de Allende, y finalmente la diada catalana.

Tengo sueño.

lunes, 30 de junio de 2014

Tengo una página en www.migranlibro.com tal...

...como indico en mi otro blog http://migranlibro.blogspot.com.es/

Si yo no hablo de mi no sé quién lo va a hacer. Por cierto, he vuelto a fumar pero hoy he regalado ya mi paquete de tabaco del que me he fumado el último cigarro, es decir, tres caladas poco profundas. Mañana, uno de julio es, por tanto, mi primer día sin tabaco. Los que me conocen ya saben mi historia. Lo he dejado en infinidad de ocasiones. las más notables, año y medio y volví; tres años y volví; cinco años casi y volví. Y desde entonces llevo intentándolo. Ahora cuento con la ayuda del Hospital Carlos III de Madrid. «por cierto», hace referencia a mi entrada anterior, de hace ocho días, anunciando que dejo de fumar. Bueno, esto es difícil. A ver si ahora es de verdad.

domingo, 22 de junio de 2014

Mi primer día sin humo va bien.

Hay que estar tranquilo y no pensar en dejarlo para siempre. Pensar sencillamente «Hoy no fumaré», y así un día tras otro.

jueves, 19 de junio de 2014

La menstruación y la pintura

El otro día, presté este libro a una amiga que ya lo había leído pero le apetecía hacerlo de nuevo. Me lo recomendó un profesor de pintura, que tenía un taller en Madrid y cuyo nombre de momento no recuerdo. Creo que, en el peor de los casos no lo leeré, no es que tenga que perderlo, pero bueno. Recuerda mi amiga que en este libro se hacía alusión a la menstruación como algo a evitar si se estaban fabricando colores. Acabo de encontrar un folleto, mi profesor se llamaba Mariano Pintado.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Hoy es mi segundo día sin tabaco.

De manera que he empezado a mimar a mi hermano cuerpo. Todo el chocolate que le apetece ahora, porque, al fin y al cabo, la gula no es tan grave, y sobre todo, porque estoy acostumbrado a comer de todo.

Ayer le regalé a mi cuñado favorito un encendedor, que me compré para dejar de fumar, a los dos nos gustaba dicho encendedor, eso quiere decir que fue una compra bien hecha.

Hoy me he relajado con "Poderosa Mente" de Bernabé Tierno. Y previamente me he instruído con "Cuentos para pensar" de y narrados por JORGE BUCAY.

Y ahora me encuentro perfectamente. Seguro que cualquiera que lea esto piense, si me ha leído antes sobre el particular, que siempre estoy con el mismo tema, y tiene razón, pero esta vez tengo un motivo importante: "No debe fumar" es lo primero que dice el informe del Internista.

Siempre lo estoy dejando: Por un año y medio, por tres años, por casi cinco años... Mi nieto mayor, un chico de siete años me dijo el otro día que ya me ha dicho miles de veces que fumar contamina el ambiente...

La etiqueta más interesante es porque si alguien lee esto, cosa que dudo, le llevará a buscar sobre las m. vallekanas y eso es bastante instructivo.

domingo, 27 de abril de 2014

Una terraza en las nubes


León era funcionario. Trabajaba en Madrid, en el Ministerio de Sanidad, como economista, en el Departamento de Estadística. Su puesto de trabajo era, como el de cualquier funcionario, una de las pocas cosas seguras que había en su vida. Sus dos últimas relaciones sentimentales le habían dejado, tras su fracaso matrimonial, la sensación de que su vida carecía de sentido. Lo único que le anclaba a su ciudad era su trabajo y ahora estaba pensando abandonarlo. La mayor parte de su nómina iba directamente a la cuenta de su ex, la madre de sus tres hijos.
Aquella mañana se despertó con la impresión extraña que le sobrevenía siempre que tenía aquel sueño. Decidió que no iría a trabajar. Todavía no había sonado el despertador, de manera que no podía llamar al trabajo para dar una excusa. Decidió llamar desde la calle. Se lavó los dientes y se duchó, pero decidió no perder el tiempo en afeitarse. Salió de su pequeño apartamento de divorciado en la Calle de Las Huertas, enfrente de “The Variety Tavern” y bajó hacia Atocha, evitando el Ministerio por si acaso y cruzando por enfrente del botánico subió el Paseo del Prado con la idea de desayunar en el bar de los Jerónimos, al lado de la Asociación de Amigos del Museo del Prado.
—Buenos días, Victoria. ¿Un café con leche y un cruasán (Croissant)?
—Ahora mismo, León. Hoy te has caído de la cama.
León, absorto en sus pensamientos, no contestó. Desayunó rápidamente y dejó unas monedas. «Esto se tiene que acabar. No puedo más. Apenas veo a mis hijos, ellos no parece que sientan nada por mí y su madre me tiene hasta las narices. ¿No quiere realizarse? Pues que se realice, pero no a mi costa». Salió sin decir adiós. Bajó al Paseo del Prado y decidió pasear hacia la Plaza Castilla, rumbo norte, pero sin más preocupación ni objeto.
«Al fin y al cabo, soy licenciado en medicina aunque no esté colegiado. Seguro que en Barcelona puedo defenderme estupendamente para vivir yo solo, trabajando de forma esporádica en lo que sea y sin estar sujeto a una nómina que me puedan embargar».
«Seré el padre de las criaturas, pero está claro que lo único que necesitan de mí es mi dinero, de manera que va siendo hora de que su madre se espabile. Yo ya he estado pasándoles los “alimentos” durante diez años. Ya no aguanto más».
Absorto en sus pensamientos, había llegado, sin darse cuenta, a la altura de María de Molina. Eran ya las nueve y media de la mañana. Buscó un lugar apartado del ruido del tráfico y llamó al trabajo para decir que no se encontraba bien. Algo muy dentro de él le hacía tomar esa precaución, a todas luces inútil si llevaba a término su idea de dejar el trabajo.
«Espero que Jaume me eche una mano en Barcelona. Cuando haya aclarado mis ideas, le llamaré. Quizás esta tarde a su casa. Además me vendría bien que me ayudara a buscar un sitio donde vivir a buen precio, hasta que encuentre un trabajo».
Llegó a Raimundo Fernández Villaverde y cruzó la Castellana con la idea de vagar por “El Corte Inglés”, eso le ayudaría a centrarse. Le costaba pensar con claridad, olvidarse de su sueño.
Apenas había caminado dentro de los grandes almacenes, cuando al lado de la peluquería de caballeros apareció ante él la “Semana de la Magia”. Nunca hubiera creído poder encontrar algo así en tan importantes almacenes. Se distrajo mirando velas de magia y otros objetos de ritual que se vendían en los distintos tenderetes; porque, estaba en El Corte Inglés, sí, pero había tenderetes. No encontraba palabra más adecuada para definirlos.
De pronto, la cara agradable de la “maga Griselda”, nombre que a todas luces era un alias, le hizo plantearse consultarle el sueño reiterativo que tantas veces le había inquietado durante su adolescencia y que esta madrugada le había hecho despertar con tan extraña impresión.
«¿Llevaré dinero suficiente, admitirán tarjetas?» Se preguntó. Vio el precio en un discreto cartel, con detalle según las distintas prestaciones. Y sí, podía pagar incluso con la tarjeta de “El Corte Inglés”.
La maga Griselda estaba preparando algunos trabajos, pero no tenía a nadie en su “consulta”.
—Buenos días.
—Hola, buenos días. ¿Puedo ayudarte?
—Pues no lo sé. No es que yo crea demasiado en estas cosas, pero…
—¿Has oído hablar de la quiromancia?
—¿La supuesta adivinación por las rayas de las manos?
—Sí, pero nada de supuesta. Es un saber muy antiguo y con bases científicas. ¿Hacemos una prueba?
—No. Prefiero probar otra cosa. ¿Sabes interpretar sueños?
—A ver. Prueba. Cuéntame el que te preocupa. Porque hay uno que te preocupa ¿Verdad?
—Pues verás:
No sé cómo llegué a esa terraza. Era una casa antigua, de ladrillo; no se veía el resto del edificio, ni la calle, ni la ciudad. La terraza estaba encima de las nubes. La casa tenía dos puertas: Una puerta daba al vacío, estaba abierta, pero en medio de la fachada. La otra daba a la terraza, pero no podía ver si tenía escalera o era un ascensor. Ni sabía cómo había llegado, ni cómo iba a salir de allí. Tampoco veía el suelo de la terraza, también estaba oculto por las nubes. Había una barandilla de hierro oxidado, a punto de quebrarse. En mi sueño no había nada más. Era un lugar que me resultaba familiar, aunque no sabía por qué.
—A ver: Lo que yo entiendo, y no sólo por el sueño, sino por cómo te has presentado y porque yo estoy acostumbrada a tratar con mucha gente, es que eres muy tímido, y no te atreves a cortar el cordón umbilical.
«Ya estamos» Pensó León. «Siempre con la misma lata» Y notó que, al instante, sus mejillas ardían aumentando su calor mientras más pensaba en ello. «¿Nunca lograré superarlo?» Y siguió prestando atención a Griselda.
—En tu sueño no sabes dónde estás porque te empeñas en ubicar la terraza como perteneciente a una casa que intentas localizar en una calle de una ciudad. Buscas un sitio concreto. Y no. Estás en las nubes, y cuando uno está en las nubes, las calles, las ciudades e incluso los países, carecen de importancia. Pero ese es el sueño de volar. Un sueño tan antiguo como la civilización, como la historia, yo diría, incluso, que como la Humanidad.
«En las nubes estoy a menudo, sobre todo cuando me sueltan estos rollos. Tendré que prestar atención que esto me cuesta treinta euros»
—Sin embargo, tú no te atreves a volar, por eso en tu sueño no ves el suelo que pisas, el de la terraza, porque está, dices, oculto por las nubes. Anhelas volar, rodeado de nubes por todas partes y así te ves en tu sueño. Pero, en realidad, necesitas sentir tus pies afirmados en la tierra, bien firmes en ella de la cual el suelo de la terraza, por muy alto que esté, no es más que una representación.
—De mayor, una vez vi desde mi ático una terraza parecida. Cada vez que me asomaba, me venía a la cabeza este extraño sueño. Sueño que se repitió, en alguna ocasión, durante mi adolescencia.
—¿Ves? Tengo razón en mi interpretación. Ese sueño se hace presente cada vez que has de tomar una determinación que, por lo que sea, te asusta. Mi consejo es que te libres de una vez por todas de este sueño. El Tao Te King hace alusión a tu sueño en esta hojita que puedes quedarte. Te ayudará a tomar una determinación para perder, de una vez por todas, el miedo. Atrévete a volar. “Sé tú mismo” es el peor consejo que puede dárseles a algunas personas, pero no es tu caso. Sé tú mismo. Lucha por ser feliz.
León cogió la hoja que le ofreció Griselda, pagó, dio las gracias y se alejó de la zona pensando que la explicación del sueño, si no era cierta, era adecuada y que iba a llamar a Jaume en cuanto que fuese la hora de comer. Para hacer tiempo, se dirigió al departamento de librería. Los libros para él eran un vicio. Había tenido más de una discusión con su ex mujer por ese tema y eso le había llevado a comprarlos a escondidas. La mañana se le pasó sin sentir entre las surtidísimas estanterías de libros. Le interesaban todos.
Miró el reloj cerca de las dos y media y decidió comer en la cafetería un sandwisch “Cortty”. Bebió un sorbo de la cerveza que le habían servido mientras esperaba el bocadillo y aprovechó para llamar a Jaume.
—¿Jaume?
—Hola León, cuánto tiempo, ¿cómo te va?
—Bien, bien ¿Y tú, cómo estás?
—Bien. Sigo dando clases de Biología en el Instituto a los cafres. Las preparo como si tuvieran interés en aprender. Ya sabes, como siempre.
—Oye, te he dicho que estoy bien, pero lo cierto es que estoy harto. No soporto más esta situación. Los chicos pasan de mí olímpicamente y yo no he conseguido rehacer mi vida desde mi divorcio de Andrea. ¿Puedo contar contigo? ¿Me harías un gran favor?
—Lo que quieras. Sabes que sí, si está en mis manos.
Y León tuvo la certeza de que todo estaba solucionado, de que por fin podría volar.


miércoles, 16 de abril de 2014

Tengo trabajo. Pero manual. Eso me hará olvidar. Llevo más de cincuenta horas sin fumar.







Este libro lo compré por tres €,  hará cosa de un mes y aún no lo he leído. Recuerdo haber leído, de la biblioteca de mi padre, «La incredulidad del padre Brown», cuando tenía quince años y me quedó un gran recuerdo.

G. K. Chesterton es un autor al que dedica el 10º capítulo de su libro "10 ateos cambian de autobús"
José Ramón Ayllón, autor del mismo. Edita Palabra.


jueves, 10 de abril de 2014

Abuela Almu o abuelo Ilde


Abuela Almu o abuelo Ilde,  quiero haceros una pregunta: Que por qué existimos, por qué hay seres en la tierra y en otros planetas no... en los demás.

Esto lo soltó nuestro nieto Edu, que el cuatro de julio próximo cumplirá siete años el pasado 19 de marzo.

Bien cada vez, más artista y menos confuso, ya lo veréis.


Bien, éste es el hermano pequeño. Dani. De momento no comentaré nada de él, salvo que me parece genial. A partir de hoy serán mis entradas más frecuentes.

sábado, 8 de febrero de 2014

Cuatro esquinitas, cuatro versiones. De la que creía más antigua, a la mía...

...de la que desconocía el autor y ha resultado ser, quizá, anterior a la de mi suegra:


«Cuatro Esquinitas»  tal como las recordaba Charo el 11-11-2012.

Cuatro esquinitas
Tiene mi cama
Cuatro angelitos
Que me la guardan
Lucas y Marcos
Juan y Mateo
Y Ntro. Sr. Jesucristo en medio
Levanta José
Enciente candela
Mira quien anda
Por la cabecera
Los ángeles son
Los ángeles sean.
Carreras arriba
Carreras abajo
Encontraron a un niño
Envuelto en un paño
De quién es este niño
De la Virgen María
Dónde está la Virgen María
Buscando a san Juan
Donde está san Juan
Buscando a san Pedro
Donde está san Pedro
ABRIENDO Y CERRANDO LAS PUERTAS DEL CIELO
SANTA MÓNICA BENDITA, MADRE DE SAN AGUSTIN
A DIOS ENCOMIENDO MI ALMA CUANDO ME VOY A DRMIR;
SI ME DUERMO DERSPERTADME,
SI ME MUERO PERDONADME,
A DIOS DEJO POR PADRE
Y A SAN JOSÉ POR PADRINO
Y LOS ANGELITOS DEL CIELO
QUE VENGAN A DORMIR CONMIGO

QUIEN ESTA ORACION DIJERE
TODOS LOS VIERNES DEL AÑO
SACARÁ UN ALMA DE PENAS Y LA SUYA DE PECADO.

LA APRENDIÓ CHARO DE SU PADRE FRANCISCO, Y ÉSTE, DE SU MADRE RAMONA MANRIQUE DEL AMO.

Y la versión de Cuatro esquinitas de Almu
Cuatro esquinitas tiene mi cama
Cuatro angelitos que me la guardan.
etcétera. (varias estrofas más sin llegar a la cantidad de su madre).

Y la de mi hermanas Roser (y los demás hermanos, supongo)
Cuatro esquinitas tiene mi cama
Cuatro angelitos guardan mi alma.

Y ahora… ¡Tachán!

La mía, del Colegio S. Juan Bosco (Licenciados Reunidos) de Cáceres. Vivíamos en la C/. Sanguino Michel, 17. Yo tenía 9 años bien cumplidos, es una de las primeras páginas del primero de los cuatro cuadernos que guardo de Ingreso en el Bachillerato:


Oración de los cuatro ángeles y el de la guarda, de Eugenio D'Ors
(1882-1954) o quizá, el nombre en catalán, antes del cognom D'Ors, para evitar que nadie se incomode.



Salute, que diría mi amigo JMA de aquella época, y de ahora, aunque estemos lejos.

sábado, 1 de febrero de 2014

Bendigamos al Señor - Grupo concordancias






















Genial. Yo sólo recordaba una estrofa del colegio (el señor
Dios nos mandó / devolver el bien por mal / ser testigos de su amor /
perdonando de verdad) y, buscando otra cosa, he encontrado el tema con un
enlace que ya no existe, así que le he vuelto a colocar la estrofa, toda
seguida a "S. Guguel", y ahora me regala "Yo tuve" el poema
cantado entero y por unas voces magníficas. La recordé cuando oí en Radio María
el Rosario a las 6:30 de la mañana y he pedido todos los misterios en mp3 y los he
recibido, pero son de Benedicto XVI y no tienen esta música ni letra, aunque es
en latín. En fin, que parece que el que yo oí y quería traducir, era la
grabación de Juan Pablo II, la música era esta y la letra en latín tenía
curiosidad por saber qué decía. Lo he vuelto a pedir, a ver si hay suerte.
Gracias por publicarlo. Era del profesor más anciano del colegio de la Sagrada
Familia de Barcelona, antes colegio S. José. Esta congregación era de hermanos,
no de sacerdotes y su objetivo: la enseñanza. Este hermano (¿Paulino?) del que
antes recordaba su nombre y ahora me viene a la cabeza Ezequiel, pero no estoy
seguro, ponía en el encerado o pizarra, no sé cómo le llamábamos en esa época,
la máxima del día en letra gótica rompiendo una tiza prismática de base
cuadrada si es que estaba usada y no la había nueva. Como las cosas aparecen y
desaparecen de Internet, voy a grabarlo, el sonido, para llevarlo conmigo.
Espero que no será ni delito ni falta tan siquiera. Sí, diría que era el
hermano Ezequiel. (Por ejemplo la clasificación de los pies, según la forma de
la alineación de sus dedos ha desaparecido). Tampoco encuentro el nombre de las
lámparas que se utilizaban para iluminar los cuadros y no encuentro a nadie los
suficientemente mayor y aficionado a estos temas o a la pintura a quien
preguntarle.
En fin, gracias de nuevo por ponerlo en esta URL.