E incluso parece que estoy pendiente de todos los medios de comunicación para ver qué dicen acerca de toda la ignominiosa cantidad de temas de juzgado de guardia que invaden nuestra mente en una cascada de progresión geométrica.
No me extraña oír expresiones como "usar la gillotina", como me pasó anoche, sin ir más lejos. La gente está indignada.
Antes, yo pensaba que los partidos de izquierda, como procedían de clases más humildes, cuando sus dirigentes llegaban al poder se pringaban más. Craso error.
Al parecer, no hay como haber sido adinerado y poderoso desde siempre, para tener una facilidad connatural cuasi innata para pringarse.
Parece que el ansia de disfrutar del dinero es algo que no tiene fin. Como diría Lina Morgan, esto es "lujurdia", que es como lujuria, pero más fuerte, porque lleva la de (d) de dinero.
Al final, van a pillar a Blesa porque el expresidente de Caja Madrid negó bajo juramento una relación sexual con una empleada... ¡Qué cosas tiene el lujo!
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