sábado, 23 de noviembre de 2013

Ya pasa la primera hora del sábado. Dentro de 14 h llevaré CINCO días sin fumar...



...y es que ni siquiera me apetece. Creo que es de gilipollas. Y yo soy el mayor de todos. Lo he dejado tantas veces, después de intentarlo y fracasar, durante meses, y luego estaba ya cumpliendo el año y medio y volví a caer en el estúpido vicio. Volví a intentarlo durante tres años y volví a caer. Lo intenté la última vez por casi cinco años y volví de nuevo a las andadas.
   Ahora es cuando siento de verdad que no volveré a probarlo. Ni tan siquiera me apetece.

El texto que veis arriba si hacéis clic sobre él está escaneado a 300 píxels por pulgada (otro día hablaré de mi teoría del píxel gordo) es un trozo de folio marca Parchemín, con un galgo.

Bueno lo encontré doblado en un libro del que prefiero no hablar . Me hubiera gustado fotografiar el libro "Desde la frontera" de José Luis San Pedro, publicado en la colección Crisolín, que sale en piel cada Navidad, de tamaño menor aún que los de la colección crisol.

Volviendo a la gilipollez, que es una palabra de difícil traducción en otro idiomas. Respecto a los libros yo creo que hay dos tipos de gilipollas, los que los prestan y los que los devuelven. Éste se lo presté a una persona que me manifestó que ella no devolvía los libros. Bien, es la norma general, no hay que decirlo de una forma tan orgullosa, tampoco le veo ningún mérito.

Con los datos que tenéis, si os interesa el discurso completo lo tenéis en san Guguel, en pdf.

Y ya está bien por hoy.

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